El director británico Edgar Wright, después de la ya convertida en película de culto Zombies party y de la exitosa Hot Fuzz, nos sorprende con una película inclasificable. Se trata de la adaptación de una novela gráfica del canadiense Bryan Lee O’Malley.
Si no eres un friki no deberías seguir leyendo esto, puede resultar dañino para tu intelecto, si no te gustan los videojuegos ni se te ocurra acercarte al mundo de Scott Pilgrim, si no te gustan los comics, tampoco la apreciarás y si tu espíritu juvenil ya se esfumó, preocúpate.
Película muy divertida, una forma diferente de hacer cine, un formato innovador, una invitación al espectador a que se deje llevar en cada escena sin pensar si lo que está viendo es verosímil o no, simplemente nos invita a relajarnos y a disfrutar.
Una comedia romántica estrafalaria y genuina que cuestiona el planteamiento hortera y ñoño de un género moribundo en el cine estadounidense (si Billy Wilder levantara la cabeza) poniendo patas arriba todas sus convenciones formales y conceptuales.
Una película que se presenta con el logo y la sintonía de la Universal a ritmo de 8 bits ya te está advirtiendo de que lo que te vas a encontrar no es algo convencional.
El comienzo son una serie de secuencias que acaban de manera abrupta, que chocan con la filmación cinematográfica al uso, tal como si fueran viñetas de un comic, con sus textos onomatopéyicos incluidos.
Encubierta por una estética pop, con alusiones al manga y al anime y un aire de videoclip, te sumerge en un mundo de imagen y sonido deslumbrante, con una música contundente y un impacto visual bestial, un ritmo frenético y trepidante que te proporciona una descarga de adrenalina continua, incompatible con el aburrimiento.
El guión es muy simple, en esta peli prima más el continente que el contenido, su argumento podría ser perfectamente el de cualquier Mario Bros: un héroe que debe superar diferentes niveles de dificultad para conseguir a la chica… Scott Pilgrim es un chico de 22 años, bajista de un grupo, que comparte piso con un amigo gay que duerme con él en la misma cama, y que siempre está cotilleando con la hermana de Scott. Mientras intenta deshacerse de su último ligue, se enamora de una chica que intenta conquistar, pero no tarda en descubrir que la mujer de sus sueños tiene siete ex parejas que intentan controlar su vida amorosa y están dispuestos a hacer lo que sea para eliminar la competencia. Si quiere hacerse con su corazón, deberá superar a sus siete malvados ex.
Se le agradecería al director que acortara el metraje de la película, puesto que ganaría en dinamismo y le aportaría una mejor resolución a la misma.
Las peleas, que se van sucediendo a lo largo del film, te sumergen dentro de un videojuego con una estética muy parecida a los juegos de arcade de los años noventa, similar al archiconocido Street fighter, con un montón de efectos visuales que al principio te descolocan pero que luego estás deseando que sucedan y querrás continuar la partida. Estas luchas son algo espectacularmente divertido.
No estamos ante una ¨buena” película en términos cinematográficos clásicos, pero si te dejas llevar te encandilará y te hará disfrutar como a un enano.
Recomendada para todos aquellos que estén dispuestos a vivir una experiencia cinematográfica novedosa, para nostálgicos de las consolas de los años noventa, para aquellos que han tenido o han querido tener un grupo de música, para frikis de tomo y lomo. Echad una moneda de cinco duros y tened alguna a mano por si os aniquilan… Continue? 9,8,7…
Abstenerse pasteleros.